Duele amar a alguien y no ser correspondido, pero lo que es
más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor
para decirle a esa persona lo que sientes. Tal vez tenemos
que conocer a unas cuantas personas
equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para
que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos
por ese maravilloso regalo. Una de las cosas más tristes de
la vida es cuando conoces a alguien que significa todo y solo
para darte cuenta que al final, no era para ti y lo tienes que
dejar ir. Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra
puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo
a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha
abierto frente a nosotros. Es cierto que no sabemos lo
que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto
que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta
que lo encontramos.
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